La policía de la decencia
Pocos escenarios han sufrido tan intensamente la mojigatería de las comunidades virtuales de internet como el mundo del arte. ¿Qué pasa cuando la estética está subordinada a la corrección política y cuando la crítica debe estar más atenta a las acusaciones de racismo y sexismo que a las obras de arte?
POR Jerry Saltz

ACERCA DEL AUTOR

Crítico y columnista de New York Magazine